ROMANCE DE NAVIDAD
Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía.
Abrazado con su esposa,
que en sus brazos le traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,
entre unos animales
que a la sazón allí había:
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había:
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía.
Que eran joyas que la esposa
al desposorio traía;
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:
el llanto del hombre enDios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno se solía.
San Juan de la Cruz
MADRE DE DIOS
Campo, ya diste el mejor Trigo.
Maduró, pura Viña, tu Racimo.
Corza, vimos tu salto más ardido.
Granada, ya ofreciste el Rubí vivo.
Azucena, se doran tus pistilos.
Bosque, brotó tu fresco Mantantío.
Alba, tu sol ha sonreído.
Jardín, volvió la luz del paraíso.
Madre de Dios, ¡ya vimos a tu Hijo!
Juan Bautista Bertrán.
LA VIRGEN ARRODILLADA EN NAVIDAD
¡Morena por el sol de la alegría,
mirada por la luz de la promesa,
jardín donde la sangre vuela y pesa:
inmaculada tú, Virgen María!
¿Qué viento turba el monte y le conmueve?
Canta su gozo el alba desposada,
calma su angustia el mar, antiguo y bueno.
¿Qué arroyo te ha enseñado la armonía
de tu paso sencillo, qué sorpresa
de vuelo arrepentido y nube ilesa,
junta tus manos en el alba fría?
La Virgen a mirarle no se atreve,
y el vuelo de su voz arrodillada
canta al Señor, que llora sobre el heno.
Luis Rosales
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